En aquellos días, dijo Jesús: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.
Mateo 23, 27-32
L'Osservatore Romano, periódico oficial del Vaticano ha publicado un artículo sobre José Saramago, que, sin entrar en si tiene o no razón, no lo encuentro muy cristiano.
El articulista, Claudio Toscani, defiende en él la idea de un Dios misericordioso, al contrario que Saramago, quien, según aquél, en el Vangelo secondo Gesù, Dios Padre "sovrintende l'universo con potestà senza misericordia." Pero de un modo totalmente anticristiano el articulista decide colocar a Saramago en la zizaña de la que habla Jesús cuando al hacer la cosecha del Juicio Final, Dios separe el grano de la zizaña. Literalmente el artículo dice que Saramago se coloca lúcidamente "dalla parte della zizzania nell'evangelico campo di grano".
Y yo como cristiano y católico me pregunto, ¿cómo es posible que la Iglesia, una madre, se otorgue la capacidad de decidir el destino eterno de un ser humano, un hijo suyo, y colocarlo en el infierno, cuando al mismo tiempo proclama la infinita misericordia (compasión desde el corazón) de Dios?
Mateo 23, 27-32
L'Osservatore Romano, periódico oficial del Vaticano ha publicado un artículo sobre José Saramago, que, sin entrar en si tiene o no razón, no lo encuentro muy cristiano.
El articulista, Claudio Toscani, defiende en él la idea de un Dios misericordioso, al contrario que Saramago, quien, según aquél, en el Vangelo secondo Gesù, Dios Padre "sovrintende l'universo con potestà senza misericordia." Pero de un modo totalmente anticristiano el articulista decide colocar a Saramago en la zizaña de la que habla Jesús cuando al hacer la cosecha del Juicio Final, Dios separe el grano de la zizaña. Literalmente el artículo dice que Saramago se coloca lúcidamente "dalla parte della zizzania nell'evangelico campo di grano".
Y yo como cristiano y católico me pregunto, ¿cómo es posible que la Iglesia, una madre, se otorgue la capacidad de decidir el destino eterno de un ser humano, un hijo suyo, y colocarlo en el infierno, cuando al mismo tiempo proclama la infinita misericordia (compasión desde el corazón) de Dios?
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