miércoles, 11 de mayo de 2011

11 de mayo

En el Colegio del Verbo Divino de Coreses (Zamora), donde yo estudié, allá por los años sesenta, había una costumbre memorable. En el día de tu santo, durante la hora de la comida, el padre celador del comedor, te llamaba en público para que te acercaras a su mesa y te invitaba a un vaso de vino. De esta forma él, y tus compañeros a través de ti, brindaban por ti. Así se construía la autoestima y el propio valor de cada uno, destacándote, no por tus méritos intelectuales o morales, sino por el simple pero singular hecho de llamarte como el santo del día.

¡Qué distinto a lo que hoy ocurre en las escuelas! Son tus propios alumnos los que, tímidos, acuden a ti para recordarte que es el día de su cumpleaños. "¡Profe, hoy cumplo 15 años!" Y tú, avergonzado por no haberte acordado, o más bien, por no haberte ni siquiera preocupado de algo tan importante para él, le felicitas, pero sin demasiados aspavientos.

O tempora, o mores!

1 comentario:

  1. Vaya, como han cambiado los tiempos... Te imaginas que hoy en dia un profesor le da vino a un menor?? Por lo menos en EEUU se le cae el pelo!

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